La Soka Gakkai Internacional
La SGI es una organización mundial que promueve la paz el respeto por la vida humana. Cuenta con más de doce millones de miembros en 185 países y territorios del mundo. Su base filosófica son los principios humanísticos del budismo de Nichiren Daishonin.
Historia
En 1975, en respuesta a las necesidades de una creciente membresía internacional, se fundó la Soka Gakkai Internacional (SGI). Hoy en día la SGI es una red mundial de 12 millones de miembros en 185 países y territorios que comparten la misma expectativa para un mundo mejor. Las raíces de su historia como institución se encuentran en el desarrollo de la Soka Gakkai (Sociedad para la Creación de Valor) en Japón.
Los setenta años de historia de la Soka Gakkai han implicado enormes desafíos que han derivado en un impresionante crecimiento y desarrollo, construido por sus propios miembros, quienes se han inspirados en el legado espiritual de los presidentes fundadores. La Soka Gakkai nació en 1930 como la Soka Kyoiku Gakkai (Sociedad Educacional para la Creación de Valor), una pequeña agrupación de educadores. Sus fundadores, Tsunesaburo Makiguchi (1871-1944) y su discípulo Josei Toda (1900-1958), se inspiraron en el Budismo de Nichiren y se consagraron a la reforma educativa.
En la obra “Sistema Pedagógico para la Creación de Valor”, Makiguchi sentó las bases y principios de la educación Soka, donde enfatizaba el desarrollo de la capacidad para el pensamiento crítico de los educandos por sobre la mera rutina del aprendizaje, así como la motivación interior por encima de la obediencia ciega. Esta era una manera de pensar revolucionaria para el sistema educativo japonés de aquel tiempo.
Por otra parte, para el Estado, la educación y la religión eran herramientas para divinizar al Emperador como un dios viviente y movilizar a la nación hacia la guerra. Toda y Makiguchi se reunían con las personas para discutir abiertamente la manipulación de la religión que efectuaba el Estado y advertían sobre la funesta tendencia hacia la guerra. En 1943, el Estado detuvo a algunos miembros de la Soka Gakkai y encarceló a Makiguchi y a Toda, catalogándoles de "delincuentes ideológicos". Makiguchi murió en la cárcel manteniendo firmemente hasta el final sus principios y convicciones.
En medio de las cenizas y el caos de la posguerra en el Japón, Toda fue finalmente liberado. Este evento fue el inicio de la reconstrucción de la organización, eliminando la palabra Kyoiku, y recreándola bajo el nombre de Soka Gakkai. Toda amplió la visión de la organización, de una sociedad para el mejoramiento de la educación a una sociedad para el mejoramiento integral de la comunidad. Él promovió la práctica del Budismo como un medio de fácil acceso para que las personas pudieran reconstruir sus vidas y superar los obstáculos, en su búsqueda de la felicidad.
Toda falleció en 1958 y Daisaku Ikeda tomó la presidencia de la Soka Gakkai en 1960 cuanto tenía 32 años de edad. Bajo su liderazgo, la organización continuó creciendo y ampliando su enfoque al abrazar las actividades en los campos de la paz, la cultura y la educación. Paralelamente, la membresía fuera de Japón continuó creciendo. La SGI surge con el objeto de atender las necesidades propias de ese crecimiento y de profundizar el compromiso de la Soka Gakkai con el bienestar de toda la humanidad. Actualmente, los miembros de la SGI se esfuerzan por contribuir en sus respectivas sociedades como ciudadanos responsables sobre las bases de una visión orientada a la consecución de un mundo pacífico.
Makiguchi
Tsunesaburo Makiguchi (1871-1944) fue un educador reformista, filósofo y escritor, que fundó la Soka Kyoiku Gakkai (precursora de la Soka Gakkai) en 1930. Su vida se caracterizó por el enfrentamiento con las autoridades represivas. Como maestro, se dio a conocer por su calidez y consideración y pugnó por poner en práctica un enfoque educativo más humanístico y centrado en el educando. El se opuso terminantemente a las prácticas educativas corruptas, por lo que se vio forzado a jubilarse anticipadamente.
Posteriormente, fue puesto en prisión por su oposición a las políticas del régimen militarista japonés. Murió en prisión de desnutrición a la edad de 73 años. En años recientes, la atención internacional se ha sentido cada vez más atraída hacia sus teorías humanísticas sobre la educación.
Sus ideas sobre la educación
La preocupación central de Makiguchi, la mayor parte de su vida, fue reformar el sistema educativo el cual, sentía, desalentaba el pensamiento independiente y reprimía la creatividad y la felicidad de los estudiantes. Él creía que la educación, en lugar de servir a los intereses del Estado, debería centrarse en la felicidad de los educandos.
Sus ideas sobre la educación, y su teoría de la creación de valor (Soka), la cual era la base de su pedagogía, fueron expuestas en su libro (1930) Soka Kyoikugaku Taikei (La Teoría Pedagógica de la Creación de Valor). Los puntos de vista de Makiguchi, refutaban la lógica del gobierno militarista, que buscaba usar la educación para formar sirvientes obedientes e incondicionales del estado.
Revolución religiosa
En 1928, a la edad de 57 años, Makiguchi se encontró con el budismo de Nichiren, hallando en él una filosofía integral que concordaba con su propia forma de pensar. Dos años después, él y su colega Josei Toda, fundaron la Soka Kyoiku Gakkai (Sociedad Educativa para la Creación de Valor), precursora de la actual Soka Gakkai y de la SGI.
La Soka Kyoiku Gakkai fue, en sus orígenes, un grupo reducido de educadores que se dedicaban a la tarea de la reforma educativa pero, paulatinamente, la organización desarrolló una membresía mucho más amplia, y fue enfocándose hacia la propagación del Budismo. Esto se debió a que Toda y Makiguchi se convencían cada vez más de que la filosofía de Nichiren, la cual centraba su atención en la transformación de la sociedad por medio del cambio interior individual, era el medio para lograr la reforma social fundamental que ellos habían intentado a través de sus esfuerzos educativos.
El encarcelamiento
Entre tanto, con objeto de granjearse el apoyo popular para su campaña de guerra, el gobierno japonés utilizó al shinto, con su mitología nacionalista e ideología de la veneración al emperador, para imponerla al pueblo como religión de Estado, al tiempo que crecía su intolerancia hacia la disidencia. Makiguchi se opuso acérrimamente a estas acciones represivas.
En 1943, Makiguchi y Toda, junto con otros 19 líderes de la Soka Kyoiku Gakkai, fueron arrestados y puestos en prisión. En 1945, Makiguchi murió de desnutrición en la prisión, rehusándose, hasta el final, a transigir en sus creencias.
Toda
Educador, editor y empresario que, como segundo presidente de la Soka Gakkai, reconstruyó la organización budista laica después de la Segunda Guerra Mundial, haciendo de ésta un movimiento popular lleno de dinamismo.
El encuentro con su mentor
Al llegar a Tokio procedente de la norteña isla de Hokkaido, Josei Toda, quien tenía poco más de veinte años, encontró un empleo como maestro en la escuela en donde Tsunesaburo Makiguchi era el director.
Impresionado por las ideas sobre la educación de Makiguchi, pronto estuvo bajo su tutela. En 1928 siguió a Makiguchi en su decisión de practicar el Budismo de Nichiren. Ambos fundaron más tarde la Soka Kyoiku Gakkai, predecesora de la Soka Gakkai.
La cárcel
Cuando Japón entró en la Segunda Guerra Mundial, Toda y Makiguchi fueron arrestados y puestos en prisión por oponerse a las políticas del gobierno militarista. Durante su confinamiento, Toda se consagró al estudio y la práctica del budismo de Nichiren, llegando a dilucidar profundamente sus principios. Sus esfuerzos lo llevaron a una comprensión esclarecida de que la budeidad es un potencial inherente a toda vida y ahondó su convicción en que toda la gente podía manifestar esta condición de vida iluminada a través de la práctica de las enseñanzas de Nichiren.
Construyendo la Soka Gakkai
Al salir de la prisión cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, Toda comenzó a reconstruir la derrumbada Soka Kyoiku Gakkai, y le cambió el nombre a Soka Gakkai (Sociedad para la Creación de Valor).
Toda enseñaba que, a través de la práctica budista y de una transformación motivada en el interior del individuo, o "revolución humana", todas las personas podrían cambiar su destino para bien. Este mensaje tuvo una poderosa resonancia entre mucha gente que sufría de pobreza, enfermedad y otros retos que enfrentaban en el caos de la posguerra en Japón. Más aún, la inquebrantable confianza de Toda en el poder de la filosofía de Nichiren y su habilidad para traducir los profundos conceptos del Budismo en una guía práctica para la vida diaria, reavivaron la esperanza y el valor de la gente.
Antes de morir, en 1958, Toda había construido una organización de cerca de un millón de miembros y cimentado las bases para la impresionante propagación del budismo de Nichiren en el extranjero.
El legado de paz de Toda es también recordado por su posición intransigente en contra de las armas nucleares, a las que se refirió como absolutamente malignas y dijo también que representaban una amenaza al derecho inalienable de las personas a la vida. Toda exhortó a los miembros jóvenes de la Soka Gakkai a trabajar por la abolición de las armas nucleares. Su declaración contra las armas nucleares, hecha en 1957, ha sido la inspiración para las actividades de la SGI en favor de la paz.
Ikeda
Daisaku Ikeda es el actual presidente de la Soka Gakkai Internacional y territorios, y fundador de varias instituciones educativas, culturales y de investigación. Es un filósofo budista, escritor prolífico y poeta laureado, reconocido como uno de los mayores intérpretes del budismo, que ha extraído la infinita sabiduría de esta religión para ayudar a la humanidad a sobrepasar muchos de los problemas que enfrenta hoy en día.
Perfil
Daisaku Ikeda es un infatigable humanista, filósofo budista, literato y educador. En la actualidad preside la Soka Gakkai Internacional (SGI), una asociación que agrupa a más de doce millones de miembros en ciento ochenta y tres países que tiene como objetivo contribuir con el logro de la paz mundial y el bienestar de la sociedad mediante la promoción de la cultura, la educación y la oposición a la violencia.
Hijo menor de una familia de productores de algas marinas, nació el 2 de enero de 1928, en Tokio, Japón. Su vida fue forjada por recuerdos indelebles del tormento de la guerra. De sus cuatro hermanos que ingresaron al servicio militar, el mayor de ellos murió en acción. Estas experiencias, la angustia que sufriera la sociedad japonesa de la posguerra y su práctica de la filosofía budista han movido su vida en pos de los esfuerzos por arrancar de raíz las causas fundamentales que han dado pie a los conflictos entre los seres humanos.
En 1947, a los 19 años de edad, Ikeda se unió a la Soka Gakkai (Sociedad para la creación de valor) poco después de conocer a Josei Toda quien, posteriormente, llegó a ser su mentor y a representar un papel decisivo en la definición del rumbo que tomó su vida.
Desde su juventud, Ikeda fue un ávido lector y empezó a componer poesía en su adolescencia. Su sed insaciable por aprender lo llevó a continuar su educación bajo la tutela de Josei Toda, quien no solo era un filósofo budista, sino también educador y editor. Ikeda también trabajó al lado de su mentor por más de una década para formar y desarrollar el movimiento de la Soka Gakkai para la paz, la cultura y la educación. Toda falleció en abril de 1958 e Ikeda lo sucedió, en mayo de 1960, como presidente de la Soka Gakkai, desde cuya posición ayudó a extender la organización alrededor del mundo. En enero de 1975, Ikeda pasó a ser presidente fundador de la Soka Gakkai Internacional. Daisaku Ikeda tiene dos hijos, Hiromasa y Takahiro y tiene su lugar de residencia en Tokio con su esposa, Kaneko.
Actividades por la paz
La SGI busca construir las bases para una cultura de paz. Sus publicaciones, exposiciones educativas y campañas dirigidas a la toma de conciencia, facilitan las oportunidades para el intercambio y el aprendizaje en este tema.
Los miembros de la Soka Gakkai en Japón han compilado 80 volúmenes de las experiencias de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial y otros 20 volúmenes de testimonios de mujeres, con objeto de que las futuras generaciones no olviden la miseria de la guerra. Dichas colecciones en libros llevan los títulos de Gritos por la paz; Días brutales, noches brutales; La paz es nuestro deber y Las mujeres en contra de la guerra. El libro Gritos por la paz ya ha sido traducido al francés, alemán y rumano. Aquellos que colaboraron con estos textos pudieron haber mantenido sepultadas sus trágicas experiencias, sin embargo, han relatado sus historias con la esperanza de que ayuden a evitar que se repita la tragedia de la guerra.
En Japón, Nueva Zelanda e Italia, se han recolectados firmas haciendo un llamado por la abolición de las armas nucleares en apoyo de la campaña Abolición 2000. Esta iniciativa fue conducida por el Comité Preparatorio para la Revisión del Tratado de No Proliferación de armas de la Conferencia 2000 en Ginebra, Suiza. Por ejemplo, en Japón, los jóvenes miembros de la Soka Gakkai emprendieron una campaña nacional para recolectar firmas. Durante esta campaña realizada entre noviembre de 1997 y enero de 1998, se recolectaron 13.016.586 firmas que fueron entregadas al Comité Preparatorio.
Desde 1980, exposiciones como " Armas nucleares: una amenaza para la humanidad" han recorrido las principales ciudades del mundo. Esta exhibición hace un llamado a la creación de conciencia de la responsabilidad que tiene cada ciudadano de nuestro planeta de construir un mundo más humano y libre de armas, con objeto de proteger a las futuras generaciones. La muestra fue presentada por primera vez en las oficinas centrales de las Naciones Unidas en Nueva York en 1982, y desde entonces ha recorrido de forma itinerante ciudades como Caracas, Venezuela; Buenos Aires, Argentina y San José de Costa Rica; entre otras. Se estima que más de 1.2 millones de personas han presenciado la exposición.
En el Centro Taplow Court de la SGI del Reino Unido, se han llevado a cabo en forma regular, foros para la paz y los conflictos desde 1997, en asociación con la Red de Desarrollo para la Paz. Dichos foros, a los cuales concurren intelectuales, periodistas y trabajadores por el desarrollo, examinan métodos para la transformación de los conflictos y promueven una nueva escuela de "periodismo de paz". Aquí se alienta a los periodistas a que profundicen el análisis de las situaciones conflictivas y den mayor cobertura a las iniciativas de paz.
Los jóvenes miembros de la SGI de los Estados Unidos promueven la no-violencia a través de actividades como conciertos, festivales culturales, conferencias y talleres públicos. Esto forma parte de la campaña "Victoria sobre la Violencia", la cual comenzó en 1999 como iniciativa de los jóvenes en respuesta a la creciente preocupación por el incremento de la violencia juvenil. Posteriormente la campaña creció hasta convertirse en un programa nacional que ha ganado el apoyo y la participación de escuelas y otras organizaciones comunitarias. El énfasis primordial de la campaña está puesto en el valor del diálogo para la construcción de una cultura de paz, exhortando a los jóvenes a desarrollar la tolerancia, la confianza y la amistad entre sí, sin importar las diferencias étnicas, de religión, color de la piel o idioma.
Derechos Humanos
La filosofía de Nichiren apuntala las actividades de la SGI. La SGI, inspirada en la importancia del respeto hacia la santidad de la vida que sustenta la filosofía de Nichiren, promueve actividades enarbolando la conciencia de los derechos humanos, con el fin de despertar en los individuos el espíritu de reconocer, respetar y apreciar las diferencias, tanto como las semejanzas entre la gente. La exposición de la SGI "Hacia el Siglo del Humanismo: Una Visión General de los Derechos Humanos en el Mundo de Hoy", fue organizada en apoyo a la Década de la Educación en los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
La exhibición es un compendio de la evolución de los derechos humanos y de los retos actuales para su consecución y se ha generado en los idiomas Inglés, Francés, Alemán, Italiano, Portugués, Español, Holandés y Japonés, siendo albergada en 30 países desde 1993.
La SGI-USA ha producido la exposición interactiva "Atesorando el Futuro: Derechos y Realidades de los Niños." La exposición trata sobre el portento de la juventud y expone los abusos de los derechos humanos que enfrentan los niños en los Estados Unidos de Norteamérica y en el mundo.
La exhibición está diseñada para que sea "amiga del niño", incluyendo, en la mitad inferior de cada panel, proyecciones ilustrativas para que los niños pueden activar con sus manos. La muestra ha viajado por varias ciudades de EE.UU. y se tiene programada su presentación en Camarillo, California, en un futuro cercano.
Programas Educativos
La SGI tiene sus raíces en la Soka Kyoiku Gakkai (Sociedad Educativa para la Creación de Valor), una sociedad con fines educativos. Es por ello que la educación es una tarea importante para la organización. El objetivo fundamental en los programas educativos de la SGI es posibilitar a toda la gente a cultivar su personalidad y disfrutar de vidas plenas y felices.
La División de Educadores de la Soka Gakkai en Japón ofrece, desde hace ya 30 años, servicios de asesoría educativa para padres, niños y maestros a lo largo del país. Entre los asuntos clave está el índice de deserción escolar.
La organización de la SGI en Singapur, ofrece cursos mensuales para la atención pública de asuntos como la vejez y la jubilación. El programa, que se conoce como "Programa Soka de Actividades y Educación al Día," comenzó en marzo de 1998 y aspira a proporcionar al anciano actividades significativas durante el día, de tal manera que adquieran las habilidades sociales que les permitan enriquecer sus vidas y hacer frente a la vejez.
En un esfuerzo para promover la alfabetización, miembros de la SGI-USA llevaron a cabo una campaña de recolección de libros para Sudáfrica entre 1993 y 1994: "Intercambio Amistoso a través del Conocimiento: Libros para África." La campaña se realizó en más de 50 ciudades en los Estados Unidos. Los libros recolectados se obsequiaron a dos universidades y tres ONG's en Sudáfrica. Por ejemplo, se obsequiaron más de 10,000 libros a la Cooperación Nacional de Alfabetización, una ONG que promueve la educación y la alfabetización en toda Sudáfrica.
También hay miembros de SGI apoyando a la UNICEF en la Isla Mauricio, llevando a cabo trabajo como voluntarios para entrenamiento en alfabetización.
Más de 60 escuelas en Brasil han adoptado el enfoque educativo del presidente fundador de Soka Gakkai, Tsunesaburo Makiguchi, el cual se basa en su teoría de la creación [de valor], y han reportado progresos en las relaciones de los hijos con sus padres así como en sus actitudes hacia la escuela. (Los programas: Puntos de Alfabetización y Proyecto Makiguchi en Acción, fueron iniciados por la División de Educadores de la Soka Gakkai de Brasil (BSG).
Intercambios Culturales
El respeto hacia la diversidad cultural es una tesis fundamental para la SGI. Buscamos promover el intercambio cultural con el objetivo de crear una sociedad internacional de mutuo entendimiento y armonía.
Las organizaciones de SGI alrededor del mundo, llevan a cabo festivales culturales y musicales en forma regular, con base en la convicción de que la cultura es capaz de comunicar los corazones de la gente.
Además, se llevan a cabo también, de manera regular, numerosos intercambios estudiantiles y juveniles, en un esfuerzo por construir la paz sobre la base de persona a persona. Algunas de estas actividades patrocinadas por la SGI incluyen intercambios entre China y Japón, así como Irlanda del Norte e Inglaterra.
Medio Ambiente
Con base en el concepto de la unidad de la vida y su ambiente, la SGI auspicia campañas para educar a la gente acerca de la necesidad de preservar y coexistir sensatamente con la biosfera de la Tierra.
El Centro de Investigación Ecológica del Amazonas de la SGI en Brasil, ha contribuido a la protección de la Cuenca del Río Amazonas. Dicho Centro estableció dos localidades en el Amazonas para la reforestación y el cultivo de la agricultura nativa. La primera, en la confluencia de los Ríos Negro y Solimoes, está cultivando actualmente 25,000 semilleros que representan más de 50 especies nativas.
La otra localidad es Nueva Aripuana, en donde se esta trabajando para transformar las áreas empobrecidas y de baja producción agrícola, en bosques rentables por medio de la introducción de avanzados procedimientos de administración hortícola. Además, también patrocina conferencias como la del Desarrollo Sustentable del Ambiente del Amazonas en 1997 y "La Amazonia en el Tercer Milenio: Cambio de Actitudes" en 1999 que se llevó a cabo en Manaus, Brasil.
Cada año, miles de miembros de la SGI de Corea y sus familias, toman parte en campañas para limpiar ríos, parques y áreas públicas en Seúl, Pusan, Kwangiu y otras regiones. Estas actividades derivaron de las campañas de coloquios ambientales que se desarrollaron durante la década de los 80's a partir de los esfuerzos por ayudar a la gente con la cosecha y el trasplante de arroz en las áreas rurales, que tuvieron lugar durante la década de los 70's.
La SGI es especialmente activa en los Estados Unidos, Australia, República Dominicana, y muchos países asiáticos como las Filipinas, Tailandia, Singapur, Malasia, Hong Kong y Corea, en lo que a la promoción del Carta de la Tierra se refiere. En estos países se llevan a cabo foros y seminarios públicos para promover el Carta de la Tierra como un estatuto de los pueblos, mismo que expresa los valores éticos que son necesarios para el desarrollo sustentable.
Carta de la SGI
Preámbulo
En ningún otro momento de la Historia, la humanidad se había visto tan oscilante entre la guerra y la paz, la pobreza y la abundancia, la igualdad y la discriminación, como lo estuvo en el siglo veinte.
Las armas nucleares, epítome del progreso de la tecnología y la industria militar han sido causa de matanzas en masa, aun cuando dichas armas representan una casi segura extinción de la especie humana. La producción y el consumo en gran escala, que caracterizan a la economía moderna, han determinado, por un lado, el surgimiento de países industrializados que disfrutan de una abundancia sin precedentes, y por otro, países en vía de desarrollo que se ven acosados por la pobreza aplastante y la indigencia.
Tampoco se vislumbra el fin de los conflictos humanos. En esta centuria, después de haber sufrido dos terribles guerras mundiales, la sociedad internacional finalmente ha tomado conciencia de su destino global aunque todavía, persiste la cruda realidad de la violencia étnica y la discriminación religiosa. Como si esto fuera poco, el egoísmo del hombre ha causado asimismo serios males al medio ambiente global. Frente a tales dilemas, una nube de incertidumbre parece extenderse sobre la suerte del género humano.
Nosotros, quienes representamos a las organizaciones que constituyen la SGI, tenemos plena convicción en que el budismo de Nichiren Daishonin es una filosofía que parte del reconocimiento de la dignidad del hombre y del valor universal de los derechos humanos, y que incentiva a los individuos a albergar misericordia por sus semejantes. Estamos convencidos de que la capacidad creadora del espíritu humano no sólo permite superar las innumerables crisis que afronta la humanidad sino que, además, contribuye a construir una sociedad pacífica y próspera fundada sobre los cimientos de una coexistencia armoniosa.
Aproximándonos al siglo XXI, nosotros, los miembros de la SGI, enarbolamos nuestra bandera como ciudadanos del mundo, y nos comprometemos solemnemente a resolver los problemas de orden global con espíritu de tolerancia, mediante el diálogo constante y la estricta observancia del espíritu de la "no-violencia". Al adoptar esta resolución en esta 20ª Asamblea General de la SGI, nos comprometemos a contribuir al avance de la sociedad humana.
Artículos
1. La SGI contribuirá con la paz, la cultura y la educación de toda la humanidad, basándose en el budismo que respeta la dignidad de la vida humana.
2. La SGI, como una organización conformada por ciudadanos del mundo, protegerá los derechos fundamentales del hombre sin establecer discriminación alguna.
3. La SGI respetará y protegerá la libertad de culto.
4. La SGI promoverá la comprensión del budismo de Nichiren Daishonin propiciando el intercambio entre las personas, para contribuir así a la felicidad de cada individuo.
5. Por medio de sus organizaciones afiliadas, la SGI alentará a sus miembros a ser buenos ciudadanos y a contribuir con la prosperidad de la sociedad.
6. La SGI respetará la independencia y la autonomía de sus organizaciones afiliadas según las condiciones prevalecientes en cada país.
7. Sobre la base del espíritu de tolerancia que caracteriza al Budismo, la SGI respetará a las demás religiones, dialogará con ellas y buscará su cooperación para resolver temas fundamentales que afectan a toda la humanidad.
8. La SGI respetará la diversidad de las culturas y promoverá su intercambio, creando así una comunidad internacional de mutuo entendimiento y armonía.
9. La SGI promoverá la protección de la naturaleza y el medio ambiente teniendo como base la idea sostenida por el budismo sobre la coexistencia simbiótica.
10. La SGI contribuirá con la educación, en lo que concierne a la búsqueda de la verdad, así como con el progreso del saber, para brindar a los individuos la posibilidad de desarrollarse y disfrutar de una vida satisfactoria y feliz.
Algunas de las instituciones fundadas por el Pte. Ikeda:
Universidad Soka de Japón
Universidad Soka de los Estados Unidos
Instituto Superior Soka para Señoritas
Escuela Soka de primera y segunda enseñanza básica y superior
Jardín de Infantes Soka
Asociación de Conciertos Min-On
Museo de Arte Fuji de Tokio
Centro Bostoniano de Investigaciones para el Siglo XXI
Centro Literario Víctor Hugo
Instituto de Filosofía Oriental
Instituto Toda de Investigación sobre la Paz Global
Mujeres por la Paz
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