Wednesday, April 1, 2009

AMOR Y PAREJA ... todo un tema no?

No sé la fuente, pero el material esta buenisimo!!! Gaby.

AMOR Y PAREJA


Amor: Una emoción poderosa que se siente hacia otra persona y se manifiesta a sí misma en un profundo afecto, devoción o deseo sexual. (Definición del Webster’s New World Dictionary).

No es el amor mucho más que eso?, después de todo, el amor produce tantos momentos de éxtasis como de aguda depresión. Si el amor sólo se manifiesta de acuerdo a la deficinicón del diccionario, porqué casi el 50% de todos los matrimonios legales terminan en divorcio? Qué es lo que ha sucedido o dejado de suceder para crear una situación tan funesta en relación a esta cosa llamada amor?
Dependiendo de a quién uno le pregunta podemos conocer cualquier cantidad de causas, incluyendo la liberación de la mujer, influencia de los medios de comunicación, la codependencia, la predisposición genética o la pérdida de valores familiares. Sin embargo de acuerdo a las enseñanzas del Budismo de Nichiren Daishonin, todas las respuestas existen dentro de cada vida individual y de sus acciones. Como es a menudo el caso, cuando las personas se enamoran se preocupan por el amor en sí mismo o más específicamente por el objeto de su afecto. Dos amantes arrastrados por la fuerza del éxtasis fácilmente se tornan cada uno en el centro de la vida del otro. Cualquiera que haya crecido rodeado de dulces canciones de amor en la radio, las imágenes superficiales de “amor verdadero” en las películas de la televición, tendría muy pocas razones para pensar en ser de cualquier otra manera. Nuestra cultura, medios de comunicación y hasta el diccionario nos han pintado una bellísima, romántica y ensoñadora descripción del amor. Desafortunadamente el amor no es tan simple. Muchos amantes pueden dar testimonios del hecho que el amor tiene el potencial de cambiar o de transformarse en una emoción diferente sin previo aviso, por ejemplo en odio.
A diferencia del tipo de confianza que cambia según la situación, el verdadero amor, en el más profundo sentido de un vínculo entre dos personas, es algo que se desarrolla enfrentando tormentas. Pero esto no significa que uno de los dos tenga que ceder siempre frente al otro o que la felicidad de uno pueda ser construida basándose en el sufrimiento del otro.

La realidad de dos personas intentando engranar sus vidas conjuntamente, puede llegar a ser desastrosa. Aparecen los viejos patrones de conducta, se presentan choques de personalidad, problemas emocionales y sexuales, problemas familiares, desacuerdos financieros. Cualquier cosa puede pasar, pero si dos personas se aman mutuamente, especialmente si uno o ambos invocan Daimoku, cómo podrían llegar a odiarse el uno al otro? De acuerdo al Budismo se debe a lo siguiente: Cuando dos personas se comprometen a llevar una vida íntima, los tres venenos de la Ira, Avaricia (egoísmo), y la Estupidez afloran desde dentro de sus vidas.

El Budismo enseña estrictamente que cada quién debe asumir la responsabilidad de su propia felicidad. El propósito de la práctica budista es crear felicidad absoluta e inamovible en la propia vida de cada practicante dentro de sí mismos, con o sin otra persona de significación. Así que: para qué estamos buscando una pareja? En primer lugar, porqué deseamos una relación?

Podemos entonar específicamente para un alma gemela, pero una vez que la hayamos encontrado, qué sucede? Quizás deseamos a alguien que nos haga compañía o que nos dé seguridad y nos ofrezca una relación sexual monógama. Quizá queremos alguien que comparta nuestro sentido del humor, que tenga un carácter fuerte, que aprecie las pequeñas cosas de la vida y muchas otras cosas que no hayamos encontrado en una persona antes. Una vez que la encontramos, pensamos que viviremos felices para siempre?, es una larga lista de características que buscamos en una parecja nuestro verdadero deseo o simples ilusiones que contienen motivaciónes más profundas y ocultas?
Si aspiramos a conseguir a alguien con las mejores cualidades posibles como nuestro compañero para toda la vida, la manera segura de lograrlo es desarrollarnos nosotros mismos hasta lograr vivir según los mismos criterios que aquellos que exigimos de ese compañero perfecto. De esta forma, no malgastaremos nuestro tiempo en vano tratando de alcanzar aquello que está fuera de nuestro alcance. En otras palabras, lo mejor es que primero “reparemos y actualicemos” todo nuestro ser, de manera tal de merecer el amor de nuestro compañero ideal. Y para alcanzar este objetivo, la Revolución Humana constituye la clave fundamental.
Puede ser que nos sintamos profundamente solos o tengamos la necesidad de ser amados porque no estamos seguros de nuestro propio valor. Podemos estar motivados por deseos sexuales inquietantes o atrapados en un patrón de relación poco sano que tiene raíces en traumas de la infancia. Cualquiera sea el caso, el denominador común de estos y de otros incontables motivos es que tendemos a depender de algo que no es nuestra naturaleza de Buda, para afianzar sentimientos de seguridad y satisfacción. Estamos buscando a alguien con quién compartir nuestra vida y esforzarnos hacie el cumplimiento de nuestra misión o buscamos simplemente llenar un vació en nuestras vidas? Este es el punto crucial y puede que sea una de las más difíciles lecciones de aprender en nuestra práctica Budista. La realidad de que la felicidad indestructible reside sólo dentro de nosotros mismos es difícil de aceptar en el desarrollo de nuestro Estado de Buda y de la misión en la vida, sin que ello tenga nada que ver con los factores externos y poco confiables como son las relaciones humanas.
El budismo nos enseña que poseemos todo lo que necesitamos para ser felices.
Buscarlo fuera de nosotros no es sólo inútil sino que puede ser la causa de un gran sufrimiento. Una relación de amor puede proveer compañía, una vida sexual plena, una familia y otras alegrías básicas de la existencia humana, pero basar la felicidad de uno en eso es fallar en captar la inestabilidad esencial de esa situación. Después de todo, una pareja puede morir y hasta una relación sexual maravillosa puede sufrir deterioro si otros factores cambian.

Para alcanzar tales objetivos, en primer lugar y ántes que nada es recomendable que comencemos una campaña de Daimoku para elevar nuestro estado de vida y hacer emerger nuestra sabiduría.
Según el principio de unidad y medio ambiente, a menos que nos elevemos del nivel en el que nos encontramos ahora, siempre seremos presas del consabido medio ambiente conflictivo y de sucesos perturbadores que no son más que el fiel reflejo de nuestro estado de vida.
Según el Budismo cada persona es responsable de su bienestar emocional, mental y físico. Debemos ocuparnos de nuestras propias necesidades y sentimientos a la vez que estamos pendientes de no usar a otros o abusar de ellos en el proceso. A medida que entonamos Daimoku por este asunto podemos esforzarnos y confiar en nuestras oraciones para rectificar cada situación en sus niveles más esenciales. Podemos también fortalecer la creencia de que nuestro Daimoku posee el insondable poder de ayudar a otros, de una manera tal que ni las palabras ni las acciones podrían. Puede que requiera tiempo y esfuerzo pero finalmente nos probaremos a nosotros mismos que ninguna otra estrategia es tan poderosa como la que se basa en el Sutra del Loto.
El budismo plantea que tendemos a ser atraídos por personas que comparten nuestra condición de vida predominante, tanto si exhibimos características similares o no.
En el Budismo está esclarecido que la base ideal sobre la cuál se debe construir una relación cercana es el Estado de Buda, que se caracteriza por un profundo nexo espiritual y por la sabiduría, respeto y misericordia, que de forma natural, se activan a medida que continuamos entonando Daimoku y aprendiendo.
Si no estamos satisfechos con nuestras relaciones pasadas o presentes, también podemos invocar en relación a estas e identificar cual de los diez estados las han dominado. Puede que descubramos extraordinarias similitudes en patrones negativos de comunicación y conducta, tanto en nosotros como en los demás. Esto es lo que en Budismo se llama nuestro karma negativo (patrones destructivos de conductas) que estamos forzados a repetir en forma habitual. Nosotros también oramos para librarnos de estos patrones y crear otros nuevos.
Una relación ideal debería ser recíprocamente nutritiva. Es muy importante que con nuestro compañero, nos inspiremos y alentemos, respetemos y valoremos, motivemos y fortalezcamos el uno al otro. Que podamos compartir sueños y esperanzas, que abracemos las creencias y el carácter del otro, que juntos vertamos lágrimas frente a la adversidad y que trabajemos como dos en cuerpo pero como una sola mente que posee objetivos comunes. Que nos aseguremos que ambas partes seamos maduras, sinceras, independientes, auténticas, positivas, protectoras y deseosas de mejorar y crecer.

En verdad, mirándolo superficialmente, es difícil encontrar a alguien cuyas fuerzas y debilidades se adapten a las nuestras de manera perfecta. Pero, depende de nosotros el cómo pensemos y actuemos para complementarnos el uno al otro y crear valor de las aparentes fallas de nuestro compañero.
Cuando los ideales y deseos de ambos lados no están balanceados o están confrontados, antes de considerar la relación como condenada al fracaso y romper el compromiso o de apurarnos a terminarla, hay todavía algo que podemos intentar. De hecho, el activar nuestra sabiduría nos hace tomar conciencia del distorsionado retrato que habíamos pintado de nuestro compañero.
A medida que examinamos profundamente nuestros patrones de relación, también podemos llegar a captar que las mismas caractéristicas que originalmente nos atrajeron de algunas personas son las que precisamente al final nos repelen de ellas.
Según el concepto Budista de atracción, el punto más importante no es hacia quién nos sentimos atraídos, sino el porqué nos sentimos atraídos por alguien, debemos orar seriamente Daimoku para percibir la naturaleza de esa atracción antes de involucrarnos.
Debemos preguntarnos si en verdad nosotros ganamos más de relaciones fracasadas o de relaciónes pasajeras o si fortalecemos nuestra tendencia negativa por medio de éstas. Nos tornamos en personas más llenas de esperanza o más pesimistas?
Flotar en una relación a medias es equivalente a ser la causa para que finalice con la primera dificultad y dé pié para que surja todo el dolor que ello implica. Pero, por otra parte, podemos ser tan serios como para considerar el casarnos con la persona, lo que en el budismo se considera como algo de impacto eterno. Ciertamente, una decisión tan significativa merece la pena que oremos mucho Daimoku hasta que podamos basar nuestra decisión en la calma de nuestro estado de buda y no en las olas del entusiasmo emotivo.
El amor puede mantener a la gente en diversos círculos viciosos de abuso o nutrir la realización de sus sueños. Puede cumplir la función de ser un chivo expiatorio, una diversión, un deleite, una pesadilla o un estímulo para nuestra persona. En todo caso, el amor es tan único como la persona que lo está experimentando, es un reflejo de la propia vida de uno.
A la luz del Budismo el amor es lo que nosotros somos, es lo que nosotros escojamos que sea.

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